jueves, 7 de febrero de 2008

Amigos arqueros, aprended...













Cuando vuelvas la cara hacia el blanco no lo mires simplemente,

concéntrate en él, no solamente con los ojos,
hazlo con todo tu cuerpo al mismo tiempo.
La consumación del disparo está en la liberación de la flecha.
La disposición, la preparación, el levantamiento del arco,
su tensado y sostenimiento, todo esto no son sino actividades
preparatorias; todo depende de una liberación de la flecha
ININTENCIONADA e INVOLUNTARIA,
efectuada por la reconducción dentro de uno mismo,
de la postura del disparo.
Cuando la postura es correcta, cuando la respiración es correcta,
cuando el cuerpo, mente y espíritu se unen, la flecha se libera por sí misma.
El disparo deja detrás una prolongada resonancia,
moviéndose la flecha tan serenamente como un soplo,
pareciendo que está viva.


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